martes, 1 de febrero de 2011

la batalla de san crispín (o como enardecer a las masas)

hoy he leído en el mundo a raul del pozo en su columna diaria. hacia referencia al acto en zaragoza de presentación de la nueva candidata a la dga, eva almunia, con zapatero al frente. me ha gustado la parte en la que se refería a que el presidente le falta alguien que le escribe discursos que realmente enardezcan a las masas y las motive para ser mejores, tener orgullo de ciudadano. y citaba el discurso de 'enrique V' de william shakespeare, seguramente una de las mejores intervenciones (imaginaria o real) de un gobernante a su pueblo

Westmoreland: -¡Ah, si tuviéramos aquí siquiera diez mil ingleses como esos de los que hoy están inactivos en Inglaterra!
Enrique V: -¿Quién expresa ese deseo? ¿Mi primo Westmoreland? No, mi simpático primo; si estamos destinados a morir, nuestro país no tiene necesidad de perder más hombres de los que somos; y si debemos vivir, cuantos menos seamos, más grande será para cada uno de nosotros la parte del honor. ¡No desees un hombre más, te lo ruego! (...) No quería exponerme a perder un honor tan grande, que un hombre más quizá podría compartir conmigo. Por eso, ¡no ansíes un hombre más! Proclama, antes, a través de mi ejército, Westmoreland, que puede retirarse el que no vaya de corazón a esta lucha; se le dará su pasaporte y se pondrán en su bolsa unos escudos para el viaje porque no quisiéramos morir en compañía de un hombre que temiera morir como un compañero nuestro.
Este es el día de San Crispín. El que sobreviva a este día y vuelva sano y salvo a su casa, se izará sobre las puntas de los pies cuando se mencione esta fecha, y se crecerá por encima de sí mismo al oír el nombre de San Crispín. El que sobreviva a este día y llegue a la vejez, cada año, en la víspera de esta fiesta, invitará a sus amigos y les dirá: «Mañana es San Crispín». Entonces se subirá las mangas, y, al mostrar sus cicatrices, dirá: «Recibí estas heridas el día de San Crispín». Los ancianos olvidan, pero incluso quien lo haya olvidado todo recordará aún las proezas que llevará a cabo hoy. Y nuestros nombres serán para todos tan familiares como los nombres de sus parientes y serán recordados con copas rebosantes de vino: el rey Enrique, Bedford y Exeter, Warwick y Talbot, Salisbury y Gloucester . Esta historia la enseñará un buen hombre a su hijo, y desde este día hasta el fin del mundo la fiesta de San Crispín nunca llegará sin que a ella vaya asociado nuestro recuerdo, el recuerdo de nuestro pequeño ejército, de nuestro pequeño y feliz ejército, de nuestra banda de hermanos. Porque quien vierta hoy su sangre conmigo será mi hermano; por muy vil que sea, esta jornada ennoblecerá su condición. Y los caballeros que permanecen ahora en el lecho de Inglaterra se considerarán malditos por no estar aquí, y será humillada su nobleza cuando escuchen hablar a uno de los que haya combatido con nosotros el día de San Crispín. 

al oírlo, me dan ganas de seguir a ese rey (en nuestro caso, presidente) hasta la misma boca del infierno

os dejo a kenneth brannagh en su 'henry V', en una de sus mejores interpretaciones

2 comentarios:

  1. No me había parado a pensar en el símil de ese discurso con la situación de ZP. Como pensamiento utópico está bien, ahora que con la desidia generalizada y las palabras gratuitas a ver quién es el chulo que hace algo semejante.

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  2. Pero creo que es el momento que alguien (lo ideal sería que fuera el presidente que para eso es el presidente) diera un discurso realista pero optimista: no en las cifras pero si que hicera sentir al español que con trabajo duro, restricciones para todos y sacrificio ibamos a salir adelante

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