parte I: indignémonos todos
el movimiento 15M ha entrado en la vida publica como un ciclón. todos tenemos opinión sobre él: casi siempre a favor aunque también los hay en contra (y no sólo los contertulios de intereconomía). y este runrún, esta lluvia fina que se ha conseguido con un aguacero, parece que se ha consolidado en la opinión publica. todos nos hemos convencido que algo tiene que cambiar, que alguien tiene que dar un paso para voltear la situación. el problema es que este paso es arriesgado, casi suicida. nunca llegará a colmar las expectativas creadas. además, vivimos en un mundo globalizado y ya no caminamos solos, sino que lo hacemos de la mano del resto de países, aunque algunas manos aprieten más que otras
pero, ¿qué pasos seguimos? es decir, si la asamblea del 15M gobernará españa, ¿qué haría para solucionar la situación? me pueden responder que ellos no son políticos y, por lo tanto, no tienen que dar esas soluciones (y leyendo su manifiesto, no hay propuestas concretas, realizables. quizás se deba a la gran amalgama de grupos, opiniones, corrientes que se unieron en los días del movimiento). pero si los políticos actuales no pueden arreglarlo, tendrán que ser nuevos políticos. pero los políticos tienen que gobernar y administrar los recursos de un país de una manera sensata y de acuerdo a sus ideales (más o menos liberales, más o menos progresistas, etc) y que no pueden acceder a ejecutar todas las ideas del 15M sin tener en cuenta a aquellos ciudadanos que piensan diferente. es como cuando vas cumpliendo años y vas entendiendo las decisiones que tomaron tus padres
no quiero comentar ni las ultimas acciones violentas de algunos de los indignados en barcelona, ni los comentarios nefastos de algunos periodistas, ni las palabras aprovechadas de algunos políticos.... porque eso se olvidará o se recordará como una anécdota. lo que recordará es el espíritu de sol los días 12, 13 y 14 de mayo que se extendieron por todo el mundo
